Indolencia Senil: Jasper Maskelyne, el mago que se enfrentó a un ejército.

Admirado y respetado por los magos del mundo, el amigo Jasper hizo exactamente eso, enfrentarse al ejército alemán de la segunda guerra mundial.

Nieto del gran John Nevil Maskelyne, se hizo famoso a principio s de los 40 con el número de las cuchillas de afeitar. En esta época, los teatros se quedaron vacíos y Maskelyne decide alistarse en el ejército, concretamente en la división de camuflaje. Su pensamiento era "si puedo engañar a unos espectadores a pocos metros, seguro que puedo engañar a los alemanes a cientos de millas".

Al principio los mandos militares eran escépticos y pretendían que utilizara la magia como entretenimiento para las tropas.

Pero la situación en el norte de África era desesperada y finálmente optaron por darle una oportunidad.
Con 37 años el dia 14 de octubre de 1940 ingresa en la academia de camuflaje y para ser tenido en cuenta tuvo que hacer una demostración ante un inspector general al que engañó con técnicas de ocultación de ametralladoras.

A fuerza de insistir le dejan crear una unidad de camuflaje experimental en la que el propio Maskelyne recluta uno por uno entre 400 a sus colaboradores a los que el denominaría la banda mágica. Entre estos había un dibujante, un maestro vidriero, un ceramista, un ingeniero eléctrico y algún analista químico pero especialmente destacó un carpintero escenógrafo de teatro.

Su primera misión fue defender el puerto de Alejandría, base principal de los aliados en Oriente Medio, de los bombardeos alemanes.

Tras varios estudios, Maskelyne decidió que no podía hacer desaparecer el puerto, pero si cambiarlo de sitio. Utilizando barro, lona y cartón construye una réplica del puerto pero la lleva a una bahía no utilizada que estaba separada por pocos km. Visto desde el aire y simulando las luces nocturnas era fácil confurdirse.

Cuando llegaban los bombarderos alemanes, apagaban las luces del puerto "verdadero" y encendían las de la réplica. Además generaban explosiones para que los aviones pensaran que eran sus propias bombas.
Durante dos noches los alemanes estuvieron bombardeando el falso puerto sin darse cuenta del engaño.

Fue su primer gran éxito y le nombraron Comandante, ganándose el respeto de los mandos del ejército.

Poco después se le ordenó defender el Canal de Suez aumentando la potencia de los reflectores antiaéreos, pero se le ocurrió utilizarlos de forma diferente.
Tradicionalmente los reflectores se utilizaban para que las baterias pudiesen localizar mejor a los aviones pero a Maskelyne lo que se le ocurrió es en lugar de esto utilizarlos para cegar a los pilotos. Pero el sólo hecho de dirigir los focos a los ojos no es suficientes ya que estos con una maniobra los esquivarían por eso pensó en convertirlos en luces estroboscopias, es decir, les enviaría un deslumbrante juego de luces rotatorias mediante un invento llamado "el pulverizador giratorio" mediante el que Maskelyne sepultará el canal en un océano de luz.

Los secretos de el "pulverizador giratorio" siguen siendo materia reservada del gobierno británico.

Siguió engañando a los alemanes en el norte de África de mil formas diferentes. Camuflaba los tanques como si fueran camiones, camiones como si fueran tanques, escondían minas en boñigas de camello... Volvió locos a los hobres de Rommel.